Cuando gobierno y editores se confabulan el periodismo salta por la ventana
Los medios europeos están concentrados en solo seis grandes grupos (Gráfico: Federación Europea de Periodistas) [Pinchar en la imagen para ver ampliada en una nueva ventana/pestaña] Este 5 de noviembre la Federación Europea de Periodistas (FEP) ha convocado la jornada
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Cuando gobierno y editores se confabulan el periodismo salta por la ventana
Los medios europeos están concentrados en solo seis grandes grupos (Gráfico: Federación Europea de Periodistas) [Pinchar en la imagen para ver ampliada en una nueva ventana/pestaña] Este 5 de noviembre la Federación Europea de Periodistas (FEP) ha convocado la jornada En pie por el periodismo para defender un marco laboral y legislativo adecuado para los profesionales del periodismo en la Unión Europea, requisito indispensable para que la ciudadanía pueda recibir una información veraz, plural y de calidad. En esta ocasión, está dedicada a los peligros que acarrea la creciente concentración en la propiedad de los medios de comunicación en Europa y su impacto en la calidad del periodismo y en el grave deterioro de las condiciones de trabajo de los profesionales.
Esta preocupante situación lo es todavía más en España, donde los grupos audiovisuales Atresmedia y Mediaset alcanzan el 60% de las audiencias televisivas con sus diversos canales y se llevan el 87% de los ingresos publicitarios de la televisión. En España, además, la situación se agrava porque no existe ninguna ley que regule el derecho a la información y el periodismo profesional, un hecho que, salvo contadas excepciones, no se da ni en la Unión Europea ni en gran parte del mundo.
Zapatero suprimió la publicidad de la televisión pública para favorecer a las cadenas privadas y Rajoy no solo lo mantuvo sino que lo empeoró regalando a los periódicos el ‘canon AEDE’
El primer accionista de Mediaset España (Telecinco, Cuatro, etcétera) es la italiana Mediaset, integrada en Fininvest, de Silvio Berlusconi, uno de los seis grandes imperios mediáticos europeos (ver infografía de cabecera).
Antes de la fusión de Cuatro con Telecinco y La Sexta con Antena 3 el presidente Zapatero favoreció a las cadenas privadas de televisión quitándole la publicidad a la pública RTVE, felonía que el actual presidente Rajoy continuó y aumentóapoyando a los periódicos con el famoso canon AEDE, que no es otra cosa que subvencionar a los editores con el pretexto de que los buscadores y otras empresas de internet se benefician al enlazar a sus publicaciones (como si los diarios no sacaran a su vez provecho del correspondiente aumento de visitantes). Recordemos que El Mundo es del gigante europeo Mediaset y La Razón de Planeta, primer grupo editorial español.
El gobierno de Rajoy, asimismo, está convirtiendo a RTVE en un altavoz propagandístico chusco ante las airadas protestas de la plantilla, unos profesionales que en la anterior legislatura, con Zapatero, consiguieron poner a TVE y RNE en puestos de honor internacionales por la calidad e independencia de sus informativos.
Cuota de inversión publicitaria en los ocho primeros grupos mediáticos españoles (Tabla: Cuadernos de Periodistas)
Por su parte, Mediaset y Atresmedia hacen de su capa un sayo con la programación y la publicidad, hasta el punto que el pasado 30 de octubre la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) les abrió cuatro expedientes sancionadores por exceder el tiempo de emisión dedicado a mensajes publicitarios y por interrupciones de los programas en perjuicio de los intereses de los telespectadores. Y es que ambas sitúan los bloques publicitarios en las mismas franjas horarias en cada canal que controlan, con lo que hacer zapping en España en la televisión en abierto significa poco menos que irte al tarot.
Esta es la inadmisible realidad mediática que la FEP, donde se integra la española Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), quiere denunciar con esta campaña:
La FeSP, una vez más, pide al Gobierno y a los grupos parlamentarios que promuevan con urgencia una legislación en estas materias acorde con una democracia moderna. No tendrán que inventar nada, solamente analizar las normativas que existen en otros países y trasladarlas a España. En Europa, el último caso es el Reino Unido, con la promulgación de la Royal Charte que entrará en vigor el próximo 1 de enero. También tienen todas las disposiciones comunitarias y valiosísimos informes de organismos tan solventes como la Unesco.
El Gobierno y los parlamentarios españoles también pueden ser más ambiciosos e inspirarse en las legislaciones que se están aprobando en distintos países de Latinoamérica, donde han regulado por ley la concentración en la propiedad de los medios e incluso están poniendo límites a quién puede invertir en un sector tan sensible como la información. Algunos de esos países han incorporado a su ordenamiento jurídico medidas tan democráticamente recomendables como la distribución del espacio radioeléctrico a partes iguales entre los operadores públicos, los privados y los movimientos sociales sin ánimo de lucro, el llamado tercer sector de la comunicación.
En este 5 de noviembre, la FeSP hace un llamamiento a los periodistas y al conjunto de la sociedad para que reclamen y apoyen medidas que permitan favorecer el pluralismo en los medios y eviten la concentración de la propiedad en manos de unos pocos que utilicen la información en beneficio propio, sea por sus intereses económicos o políticos, y no como un bien social.
La FAPE, que ya no se llama Federación de Asociaciones de la Prensa de España sino Federación de Asociaciones de Periodistas de España, no es una organización sindical ni una federación de colegios profesionales. La Asociación de la Prensa de Madrid en los años setenta proporcionó vivienda digna a parte de sus afiliados a precios muy por debajo de los de mercado con la Ciudad de los Periodistas, aunque fue a costa de hipotecar el Palacio de la Prensa de la Plaza del Callao, y en todo momento la asociación ha garantizado una excelente asistencia sanitaria a los periodistas; pero de la defensa de las libertades de información y expresión, y la promoción del buen ejercicio profesional del periodismo como objetivos de la FAPE la realidad está a la vista: si algo de ello hubo hace unos años hoy brilla por su ausencia como muy bien describe Rosa María Artal en este brillante artículo que suscribo.
Empieza a establecerse como costumbre que un partido político –casi siempre el mismo- elija a qué periodistas se digna hablar. La novedad es que la FAPE, Federación de Asociaciones de la Prensa de España, da la razón al partido y no al periodista al que el PP negó la entrada a una rueda de prensa. La proliferación de periodistas y de medios inclina también a los teóricos representantes de los profesionales a aconsejar que los digitales se agrupen en un pool en el que acceda una sola persona representando a varias. Así, estos políticos a los que les gusta llenar estadios de adeptos no se agobian con la presencia de tantos informadores. Y puestos a elegir, mejor primar a los medios tradicionales que a esas moderneces digitales.
La FAPE agrupa a más de 60 asociaciones de la prensa y es común entre los periodistas críticos comentar las peculiaridades de estas entidades. La mayoría de…
La Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles recomienda a los medios on line que se agrupen en un 'pool' para evitar problemas de acreditación
Viñeta de Jesús Martínez del Vas (233grados.com) A lo largo de mi trayectoria profesional me ha tocado ayudar y enseñar a muchos becarios, por supuesto sin dejar de realizar mi trabajo en ningún momento. He conocido becarios que eran alumnos de los últimos años de carrera y otros que ya eran experimentados profesionales a los que se explotaba descaradamente con una beca y la promesa de un rápido ascenso.
En los últimos 30 años, el crecimiento económico, el cambio político y la evolución tecnológica han llenado España de radios y televisiones municipales y autonómicas, canales privados de televisión y todo tipo de agencias y publicacion
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Decálogo del becario en la redacción
Viñeta de Jesús Martínez del Vas (233grados.com) A lo largo de mi trayectoria profesional me ha tocado ayudar y enseñar a muchos becarios, por supuesto sin dejar de realizar mi trabajo en ningún momento. He conocido becarios que eran alumnos de los últimos años de carrera y otros que ya eran experimentados profesionales a los que se explotaba descaradamente con una beca y la promesa de un rápido ascenso.
En los últimos 30 años, el crecimiento económico, el cambio político y la evolución tecnológica han llenado España de radios y televisiones municipales y autonómicas, canales privados de televisión y todo tipo de agencias y publicaciones, lo que ha venido acompañado de una eclosión de facultades y centros de enseñanza del periodismo y materias afines. Hemos pasado de media docena de escuelas superiores y facultades de periodismo o imagen en los años 70 a más de 30 centros de enseñanza superior hoy en día. Una proliferación que se conoce como burbuja académica.
Los medios digitales están plagados de contratados eventuales y becarios
Con la multiplicación de las facultades de periodismo las empresas descubrieron que los becarios salían gratis y precarizaron aún más el empleo, al tiempo que comenzaron a desprenderse de los profesionales más veteranos cuyas nóminas se les antojaban abultadas. Esto ya sucedió antes de la crisis de 2008.
Después del crash, los recortes han dejado en la calle a casi 5.000 periodistas en todo el Estado al tiempo que, debido a los sistemáticos contratos temporales y el uso intensivo de becarios en las redacciones, los medios se están beneficiando de una reducción de hasta el 75% en los costes salariales de los redactores, de acuerdo con el ‘Libro Negro del Periodismo’ del profesor Bernardo Díaz Nosty, editado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
Según Díaz Nosty, los salarios medios de 35.000 euros anuales que hace unos pocos años recibía un periodista se han mermado alarmantemente, hasta quedarse en 10.000-12.000 euros anuales. Y uno de los sectores donde se ha dado una mayor precariedad laboral y empleo masivo de becarios ha sido en los medios de Internet, donde ha imperado la cantidad y rapidez a costa de la calidad y el trabajo bien hecho. Sin embargo, hay señales muy claras de rectificación en muchos periódicos digitales.
Imagen: Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM)
La situación que padecen los becarios, y consecuentemente la degradación del producto que irresponsablemente se pone en sus manos, es culpa única y exclusivamente de los directores de los medios. Y no lo es ni del exceso de universidades que ofrecen titulaciones en periodismo ni de la crisis económica, aunque ambos sean factores agravantes, porque los directores suelen ser meras comparsas de los gerentes y no pelean lo suficiente por formar una buena plantilla de profesionales que trabajen en condiciones mínimamente dignas. Y porque tampoco suelen colaborar en la negociación de los convenios para limitar la precariedad y los becarios. Es posible que algunos lo intenten, pero a la vista está que no lo consiguen.
Afortunadamente, hay excepciones y en algunas corporaciones los convenios colectivos regulan detalladamente las prácticas de los estudiantes, como en el caso de la televisión autonómica catalana TV3. Basándose en éste y otros convenios ejemplares, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) propugna este decálogo de buenas prácticas con los becarios:
Los estudiantes no trabajan en la empresa donde realizan prácticas.
Los alumnos no suplen a los profesionales de vacaciones ni pueden realizar su trabajo.
Los estudiantes en prácticas no deberían permanecer en la empresa más de cuatro horas al día ni realizar su actividad de noche, en festivo o en fin de semana, salvo que la sección en la que practican sólo tenga actividad, o la tenga especialmente, durante el fin de semana, como en el caso de los deportes.
Los becarios deben rotar por las distintas secciones.
Los estudiantes en prácticas no han de superar el 10% de la plantilla ni del área específica.
Todo estudiante en prácticas debe tener un tutor en la redacción.
El tutor no debería ser el jefe de la sección. En caso de tener más de un becario a su cargo, este tutor debería disponer de una reducción de horario en su tarea habitual para el seguimiento y evaluación de las prácticas.
Las prácticas que realiza el estudiante no deberían ser difundidas habitual ni automáticamente, salvo casos excepcionales.
La empresa debe acordar con la facultad del alumno el plan específico de formación en prácticas, atenerse a él y comunicarlo al comité de empresa.
La facultad debe designar un responsable académico que vigile que sus alumnos no sufren abusos como becarios.
El ministro Jáuregui, la FAPE y el periodismo de calidad
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en el Senado (Foto: lavozdeasturias.es) La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha anunciado que el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, se ha comprometido este 21 de diciembre “a reanudar el diálogo con los periodistas, -que emprendió su predecesora en el cargo, María Teresa Fernández de la Vega, en abril de 2009-, con el objetivo de convertir a la Federación en interlocutor directo y permanente del Gobierno ante todo asunto relacionado con los medios y el periodismo. Presidencia del Gobierno y la FAPE mantendrán el primero de sus encuentros bilaterales en enero de 2011”.
Ramón Jáuregui conoce como la palma de su mano la problemática de los medios y los periodistas
En el documento se afirma que, con más de 5.500 periodistas registrados como parados, la profesión “está viviendo una verdadera catástrofe laboral”. Junto a diversas peticiones más específicas, la FAPE realiza una convocatoria general “a los editores, periodistas y fuerzas políticas y sociales, para que alcancen un pacto que recupere el periodismo de calidad y frene la sangría laboral”.
La Federación de Asociaciones de Periodistas también indicó que, “aunque reconoció carecer de soluciones, el ministro de Presidencia puso a disposición de la FAPE la voluntad y el trabajo del Gobierno para resolver la compleja problemática que atraviesa el periodismo español”.
Por fortuna para la profesión periodística, Ramón Jáuregui conoce como la palma de su mano la problemática de los medios y los periodistas porque fue portavoz socialista en la Comisión Constitucional del Congreso que abordó en 2006 el proyecto de ley del Estatuto del Periodista Profesional, presentado por Izquierda Unida y apoyado por todos los grupos políticos salvo el Partido Popular.
Proyecto de Estatuto publicado en 2003 por el Sindicato de Periodistas de Andalucía (FeSP)
El Estatuto llegó impulsado por todas las organizaciones que representan a los profesionales del periodismo y que entonces constituían el Foro de Periodistas: Los colegios de periodistas de Cataluña y Galicia, las agrupaciones de periodistas de CCOO y UGT, la FAPE y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP). Pero a los pocos meses de iniciarse la tramitación parlamentaria del Estatuto del Periodista, en marzo de 2005, la FAPE se descolgó del proyecto de ley y anunció la elaboración de un Estatuto del Periodista alternativo.
El proyecto del Foro de Periodistas tenía como objetivo principal garantizar la independencia de los periodistas respecto a los propietarios y editores de los medios, así como frente a las presiones de los poderes políticos y económicos, con un marco legal que regulara sus deberes y derechos (independencia, cláusula de conciencia, secreto profesional, derechos de autor), las incompatibilidades, las competencias de los comités de redacción y la constitución de consejos de la información estatal y autonómicos, que serían organismos públicos con la función de promover los derechos a la libertad de expresión e información.
El Estatuto del Periodista iba en la línea de las recomendaciones del Consejo de Europa (Código Europeo del Periodismo de 1993), que afirmaban textualmente: “En el interior de la empresa informativa deben convivir los editores, propietarios y los periodistas. Para ello es necesaria la elaboración de estatutos de la redacción periodística con la finalidad de ordenar las relaciones profesionales de los periodistas con los propietarios y editores en el interior de los medios de comunicación, con independencia de las obligaciones laborales. Dentro de estos estatutos se preverá la existencia de comités de redacción”.
El Estatuto del Periodista tenía como objetivo principal garantizar la independencia de los profesionales frente los poderes políticos y económicos para respetar el derecho de los ciudadanos a estar bien informados
Eran tiempos de bonanza económica y los editores no querían saber nada de derechos de los periodistas ni de comités de redacción mientras abusaban de la contratación temporal y los becarios, cuando no organizaban caros masters de periodismo. Ahora, los tiempos han cambiado totalmente y no sólo para los periodistas: los ingresos por publicidad y ventas en la prensa caen en picado y en menor medida en la radio y televisión, por efecto de la crisis económica, pero también del cambio tecnológico vertebrado en torno a Internet, al que los medios no saben adaptarse.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en el Senado (Foto: lavozdeasturias.es)
Proyecto de Estatuto publicado en 2003 por el Sindicato de Periodistas de Andalucía (FeSP)